"La irreversibilidad del tiempo" (...) 138

El tiempo es el "vértigo" fugaz y presente para la celebración de todas nuestras percepciones, anhelos, frustraciones, el dolor, la angustia, el dolor, limitaciones, etc.

Estos sentimientos vienen de dentro del núcleo en el lugar vigilado secreto hay un resentimiento, la ingratitud, un malentendido tonto.

Y por lo que con el tiempo, a veces no tiene tiempo para amar, para perdonar, perdonar, formas en cada uno de nosotros un comportamiento inadecuado.

Por supuesto, la diversidad en la forma en que fuimos formados orgánicamente, cada elemento de este universo, por su singularidad y especificidad es único y diferente.

Este momento todo alucinante se resuelve, los momentos son cruciales para el evento de urgencia que ha sido largamente esperada, una escritura, una mirada, un consentimiento desencadena un clima para que suceda algo bueno (...).

Es el momento para marcar su actuación en que estamos llevando el representante, para el tiempo pone a nuestra merced, era igual que en los tiempos antiguos (...), y seguirá siendo en la actualidad.

Esta extraordinaria grandeza que predispone a ofrecerse a sí mismo al "espectáculo inolvidable" o algún acontecimiento irreversible que puede tener efectos impredecibles (...).

Sin embargo, este es el tiempo, el tiempo de nuestras vidas, que mantiene el icógnita! ¿Qué es en realidad el tiempo? Algo de pasajeros? Eso no existe? Y que sólo existe en nuestra "mentalidad"?

O es más que eso, algo tan sensible, discreto, amigo, partidario, confidente, perspicaz, el gran maestro? A todas estas preguntas sólo una respuesta:

El tiempo es en nuestras vidas, el determinante del bien y el mal, pero en su experiencia continuamente nos está advertir que seguir siempre la "mejor manera".

Sin embargo, dada la condición humana, el "libre albedrío", este derecho inherente a la persona, a veces no se oye esta voz de la verdad, la afirmación que indica siempre la "mejor manera" para seguir la voz de la razón, de conciencia.

Lo que pasa es que somos los determinantes para actuar por varias razones: la intolerancia y la falta de sensibilidad, la venganza, la vanidad o presunción, por la arrogancia o el sadismo.

En fin, todo esto le sucede a la humanidad en general y el individuo en particular, porque se lesionan en el subconsciente está latente (...).

Especialmente porque esperar el momento adecuado para usar esta negatividad, este pseudo-derecha al "ajuste de cuentas" siempre irreflexiva e inapropiada.

El tiempo lo sabe todo (...), de hecho, la propensión del individuo cuya inclinación es hacia los excesos y toda una situación incompatible con los dictados de la ley y otras normas guiadas por el bien común, la sociabilidad, el respeto y la dignidad.

El tiempo es el denominador común de dar soluciones adecuadas a todos aquellos que buscan la sensatez, la prudencia y la tolerancia, adjetivos que significan la sana convivencia y el bienestar indispensable de la humanidad.

Así que nuestro discurso en expectativa puede dejar algunos más puntos de vista sobre el tema de la "irreversibilidad del tiempo", hecho de esta manera. Antonio Cardoso